Puede que sin darme cuenta
haya hecho un trato con la palabra
y manchado en el papel
este corazón
entre funerales de renuncias.
Puede que a mi manera
haya hecho una amalgama de cenizas
un calendario obsoleto
y me haya dado una tregua en el tiempo.
Pero un día el destino abordó mi ser
celoso, arrancó de mi lengua los secretos
de ardores heredados
suspiros exhalados
en mi libro de poeta
al que pretendo dar muerte
en este preciso instante.
Cris.