La mujer poliédrica
analiza la duración de una línea
mientras
le desea al mundo que seamos
desde este momento
permanentes como una piedra
pulidos por el choque de las olas
permanentes
acariciados por el maldito viento
que arrastra todo lo que no se sabe de nosotros
No escribe una línea antes
ni después ni luego
sin aproximarse a ti
mientras
desde el asiento
con las piernas cruzadas
le desea al mundo que seas
desde este instante
suave como la arcilla para escribirte
el molde para las manos más precisas
intentando de puntillas no pasar los límites
llegar así al silencio más absoluto
donde recrear todos sus instintos
Las ventanas de su casa son grandes
quedan siempre abiertas
para que solo la risa de la noche entre
mientras los perros en la calle ladran
La mujer poliédrica
analiza la duración de una línea
y a veces
en días de completa desidia
se viste con prisas
Ilustra el texto: Danilo Martinis